02 | 11 | 2022

En los seguros uno de los temas que genera más problemas es la duración de los contratos, ya que, desconocemos muchas veces la misma y de esta forma, tampoco podemos tener el control de seguir con lo que hemos contratado o darlo de baja.

De forma general, la mayoría de contratos son anuales y se renuevan automáticamente por períodos también anuales ya que los contratos suelen incluir esta cláusula de renovación. Ahora bien, se puede fijar otra duración siempre que se indique en las condiciones de la póliza.

Para poder oponernos a esta renovación lo deberemos hacer por escrito (a poder ser de una manera fehaciente) y con una antelación de mínimo un mes antes de la fecha de vencimiento, si lo hacemos después la compañía tendrá derecho a prorrogar el contrato.

Asimismo, también puede ser la entidad quien no quiera renovar el contrato, si éste es el caso, deberá hacerlo también de forma escrita, que quede constancia de su recepción y con una antelación de mínimo dos meses al vencimiento del contrato. Esta forma de notificar también será necesaria si lo que quieren hacer es dar de baja nuestro contrato por algún tipo de incumplimiento por nuestra parte.

Del inicio del período de cobertura, es decir, desde cuándo podemos utilizar la póliza también debemos decir que puede haber confusión, ya que, existen diferentes períodos a considerar. Primeramente debemos tener en cuenta que antes de contratar nos harán una oferta que tendrá una vigencia mínima de 15 días (20 en el caso de un seguro obligatorio de vehículos automóviles) y en este período deberemos formalizar el contrato, a partir de aquí ya tendremos el seguro en vigor. Ahora bien, existen seguros (normalmente los de salud) que tienen un período de carencia, es decir, durante un período de tiempo establecido no se pueden utilizar los servicios contratados.

Por último, debemos saber que durante la duración del contrato no podemos modificarlo, pero en el momento de su finalización sí que nos podrán comunicar unas nuevas condiciones que podremos aceptar y seguir con nuestra compañía o rechazar, de tal manera que damos de baja el contrato sin ningún tipo de penalización.

Debemos recordar la importancia de tener, conservar y sobre todo conocer nuestra póliza puesto que aparte de las condiciones en que hemos contratado la póliza incluye todas las coberturas y exclusiones de nuestro seguro.